Casa Bonelle fue fundada por Ian Alcántara en junio del 2025 con una visión clara: crear una marca que uniera lo mejor de dos mundos que, aunque lejanos, comparten una obsesión por el estilo, la presencia y el símbolo.
Desde sus inicios, Bonelle se inspira en lo más profundo de México: su carácter, su intensidad, su capacidad para contar historias sin palabras. Pero al mismo tiempo, mira hacia Francia para absorber su refinamiento y savoir-faire.
Es una fusión que recuerda épocas donde lo mexicano y lo francés se entrelazaban en arquitectura, arte y elegancia. Un bolso Bonelle puede sentirse como cantera tallada a mano o mármol frío en un palacio parisino. Como una oración bordada o una canción de cabaret en Oaxaca.
El nombre “Bonelle” no viene de una familia ni de una región. Fue creado como un apellido ficticio, pensado para sonar eterno. Porque Bonelle no nace como tendencia, sino como legado.
La marca surge del deseo de ofrecer una estética que imponga sin gritar, que seduzca sin explicarse. Para una mujer que no necesita demostrar que tiene buen gusto porque su sola presencia lo confirma.
Bonelle no se creó para competir. Se creó para existir. Y con eso basta.